Le miroir chinois

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The Chinese Mirror
El espejo chino
Le miroir chinois
Heizo Takenaka 2011-03-02
Heizo Takenaka
Heizo Takenaka
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TOKYO – The closing decade of the twentieth
century offered a crystal ball for anyone peering
into the future of the Asia-Pacific region. Japan’s
economy, once the region’s leader, was “lost”
after its asset bubble burst, whereas China
overcame the economic stagnation that followed
the Tiananmen Square crisis of 1989 to achieve
its current path of strong growth. The debate
raging 10 years ago about China’s rapid growth –
whether it represents a danger or an opportunity –
has now settled into broad agreement that wider
regional development would be impossible
without it.
Further geo-political implications for the region
and the world follow from three key changes in
China. The first concerns the pattern of Chinese
economic growth, which so far has been achieved
mainly by rapid increases in factor inputs – labor,
capital, and energy. But recent research suggests
that about one-third of China’s economic growth
comes from technological progress, or from the
increase in total factor productivity. In other
words, China’s growth pattern is becoming
similar to that of industrialized economies,
suggesting that growth will be increasingly
balanced.
The second transformation is the substantial
appreciation of the renminbi that seems inevitable
in the coming years. Today, given the importance
of exports to China’s economy, its government is
reluctant to permit a major revaluation, despite
strong pressure by foreign governments to allow
the renminbi to appreciate in line with the
country’s huge trade surplus. But Chinese
officials know that renminbi appreciation is also
in China’s interest, as they seek to dampen
TOKIO – La última década del siglo XX fue una bola de
cristal para cualquiera que se asomara al futuro de la
región Asia-Pacífico. La economía de Japón, que alguna
vez fue el líder de la región, estaba “perdida” después de la
explosión de su burbuja de activos, mientras que China
superó el estancamiento económico que siguió a la crisis
de la Plaza Tiananmen de 1989 para emprender su camino
actual de crecimiento acelerado. El acalorado debate de
hace diez años sobre el rápido crecimiento de China –si
representaba una amenaza o una oportunidad—ahora se ha
calmado y se ha convertido en la convicción generalizada
de que un desarrollo regional más amplio sería imposible
sin él.
Tres cambios clave que se han dado en China dan lugar a
otras implicaciones geopolíticas para la región y el mundo.
El primero tiene que ver con el patrón del crecimiento
económico chino, que hasta ahora se ha logrado
principalmente mediante aumentos rápidos de la
producción de los factores –el trabajo, el capital y la
energía. Sin embargo, investigaciones recientes indican
que alrededor de una tercera parte del crecimiento
económico de China procede del progreso tecnológico, o
de un aumento de la productividad total de los factores.
Dicho de otro modo, el patrón de crecimiento del país
comienza a parecerse al de las economías industrializadas,
lo que sugiere que el crecimiento será cada vez más
equilibrado.
La segunda transformación es la apreciación sustancial del
renminbi, que parece inevitable en los próximos años.
Actualmente, dada la importancia de las exportaciones
para la economía china, su gobierno se muestra reacio a
permitir una revaluación importante, a pesar de las fuertes
presiones por parte de los gobiernos extranjeros para que
se permita que el renminbi se aprecie de conformidad con
el enorme superávit comercial del país. Sin embargo, los
funcionarios chinos saben que la apreciación del renminbi
TOKYO – La dernière décennie du vingtième siècle a été
comme une boule de cristal pour quiconque voulait lire
dans l’avenir de la région Asie-Pacifique. L’économie du
Japon, en son temps leader de la région, s’était « perdue »
à la suite de l’éclatement de sa bulle spéculative, alors que
la Chine a surmonté l’apathie économique subséquente à la
crise de la place Tiananmen en 1989 pour arriver sur le
chemin de forte croissance qu’elle connaît actuellement.
Le débat qui avait éclaté il y 10 ans autour de la croissance
rapide de la Chine – constituait-elle un danger ou une
opportunité – s’est aujourd’hui apaisé et il est globalement
admis qu’un plus ample développement régional serait
impossible sans elle.
Des implications géopolitiques pour la région et le monde
découleront de trois autres changements clé en Chine. Le
premier concerne le modèle chinois de croissance
économique qui, jusqu’à présent, a été obtenue
principalement par de rapides accroissements des facteurs
de production – travail, capital, et énergies. Mais de
récentes études suggèrent qu’environ un tiers de la
croissance économique de la Chine résulte de progrès
technologiques, ou de l’augmentation de l’ensemble des
facteurs de productivité. En d’autres termes, le modèle de
croissance de la Chine s’apparente de plus en plus à celui
des économies industrialisées, suggérant que la croissance
sera progressivement équilibrée.
La seconde transformation est la réévaluation substantielle
du renminbi qui semble inévitable dans les années à venir.
Aujourd’hui, compte tenu du poids des exportations dans
l’économie chinoise, son gouvernement hésite à autoriser
une réévaluation majeure, malgré de fortes pressions des
gouvernements étrangers pour autoriser une réévaluation
du renminbi qui soit en phase avec l’énorme excédent du
commerce extérieur du pays. Mais les responsables chinois
savent que la réévaluation du renminbi est aussi dans
l’intérêt de la Chine, alors qu’ils cherchent à diminuer les
inflationary pressures. China’s government
therefore appears ready to allow the renminbi to
appreciate, the question being how fast.
From 2003-2005, long before the collapse of
Lehman Brothers, the renminbi appreciated by
20%. In light of China’s rapid economic growth
and the renminbi’s growing strength, Chinese
GDP (based on the market dollar rate) will likely
exceed that of the US much earlier than expected,
possibly in 10-15 years. And, when measured in
terms of purchasing power parity, China’s GDP
will reach that of the US around 2015, thus
changing the world’s balance of economic power.
The third transformation is demographic: the
fallout from China’s official one-child policy,
which will cause the working-age population to
start declining in the mid-2010’s. This will cause
economic growth to slacken, complicating
effective management of China’s domestic
problems, which range from deep income
disparities to the lack of political institutions
capable of channeling popular grievances and
demands.
In these circumstances, the role of the country’s
political leadership will become much more
important. Although the current president, Hu
Jintao, is due to step down in 2012, he will
continue to hold a degree of power through the
military, so the succession of power to the next
generation will not be completed until around
2015.
Although Chinese GDP is large and growing, its
per capita income is still low, and its economic
policies differ sharply from those prevailing in
the region’s OECD countries. The geopolitical
landscape that emerges around the middle of this
decade will thus reflect significant changes
elsewhere in Asia as well.
Even so, Chinese policy choices significantly
también le interesa a China, con el fin de aplacar las
presiones inflacionarias. Por lo tanto, el gobierno chino
parece estar dispuesto a permitir que el renminbi se
aprecie, pero la pregunta es a qué ritmo.
Entre 2003 y 2005, mucho antes del colapso de Lehman
Brothers, el renminbi se apreció en 20%. A la luz del
rápido crecimiento económico de China y del poder en
aumento del renminbi, el PIB del país (sobre la base del
tipo de mercado del dólar) probablemente superará al de
los Estados Unidos mucho antes de lo esperado, tal vez en
10 o 15 años. Además, cuando se mide en términos de
paridad del poder de compra, el PIB de China alcanzará al
de los Estados Unidos aproximadamente en 2015, con lo
que cambiará el equilibrio de poder económico.
La tercera transformación es demográfica: las
consecuencias de la política oficial de China de un solo
hijo, que provocarán que la población en edad de trabajar
empiece a disminuir a mediados de esta década. Eso
causará que el crecimiento económico se desacelere, lo
que complicará la administración efectiva de los
problemas internos del país, que van desde desigualdades
muy marcadas de los ingresos hasta la falta de
instituciones políticas capaces de dar cauce a las quejas y
demandas de la población.
En estas circunstancias, el papel del liderazgo político del
país cobrará una importancia mucho mayor. Aunque el
presidente actual, Hu Jintao, dejará su cargo en 2012,
seguirá teniendo cierto grado de poder a través de los
militares, de manera que el traspaso del poder a la
siguiente generación no se completará sino hasta
aproximadamente 2015.
Si bien el PIB de China es grande y está creciendo, su
ingreso per cápita sigue siendo bajo, y sus políticas
económicas difieren notablemente de las que prevalecen
en los países miembros de la OCDE de la región. Por lo
tanto, el panorama geopolítico que emerja a mediados de
esta década también reflejará cambios significativos en
otros lugares de Asia.
De cualquier manera, las políticas por las que opta China
pressions inflationnistes. Le gouvernement chinois semble
donc prêt à autoriser une réévaluation du renminbi ; la
question est de savoir à quel rythme.
De 2003 à 2005, bien avant l’effondrement Lehman
Brothers, le renminbi s’est apprécié de 20%. A la lumière
de la croissance rapide de la Chine et de la force
croissante du renminbi, le PIB chinois (basé sur le taux du
marché du dollar) dépassera probablement celui des EtatsUnis plus tôt que prévu, probablement dans 10 à 15 ans.
Et, lorsque mesuré en terme de parité de pouvoir d’achat,
le PIB chinois atteindra celui des Etats-Unis aux alentours
de 2015, modifiant ainsi l’équilibre des pouvoirs
économiques dans le monde.
La troisième évolution est d’ordre démographique : les
répercussions de la politique de l’enfant unique de la
Chine – qui entrainera un début de déclin de la population
en âge de travailler aux alentours de 2015. Cela entrainera
un relâchement de la croissance économique, rendant plus
délicate une gestion efficace des problèmes internes de la
Chine, qui vont de profondes disparités de revenus à un
manque d’institutions politiques capables de canaliser les
réclamations et les demandes populaires.
Dans ces circonstances, le rôle de la direction politique du
pays deviendra beaucoup plus important. L’actuel
président, Hu Jintao, doit quitter ses fonctions en 2012,
mais il préservera un degré de pouvoir à travers l’armée, ce
qui fait que la transition du pouvoir sur la prochaine
génération ne sera achevée que vers 2015.
Le PIB de la Chine est important et en augmentation, mais
son revenu par habitant est faible et ses politiques
économiques sont très différentes de celles des principaux
pays de l’OCDE de la région. Le paysage géopolitique qui
émergera au milieu de cette décennie sera donc aussi le
reflet des changements significatifs dans d’autres parties
d’Asie.
Malgré tout, les mesures adoptées par la Chine influencent
de manière significative les autres pays asiatiques, et le
modèle économique chinois de « capitalisme d’état » est
actuellement repris par d’autres acteurs de la région. Bien
influence other Asian countries, with China’s
“state capitalist” economic model now being
mimicked elsewhere in the region. Of course,
Japan, Korea, and Singapore had similar policy
models in the past (though they later adapted
them in line with their GDP growth). Now,
however, these countries are once again
espousing forms of state capitalism and a return
to industrial policy (encouraged as well by the
2008 global financial meltdown, which gave a
new rationale for a return to government
intervention).
In Japan, postal services that had been privatized
are to be re-nationalized, and the role of
government finance is being strengthened. Japan
Air Lines, which was almost bankrupt, was
rescued by a government bailout, a device that
seems to be increasingly common. Similarly,
while many Asian countries already have
sovereign wealth funds, now South Korea’s
government is establishing a new type of fund to
support the construction sector’s export activities.
In
short,
closer
business-government
relationships are being re-established throughout
the Asian-Pacific region. Countries are especially
seeking to strengthen their infrastructure exports
through a combination of public- and privatesector activity. But that means that international
regulations will be needed to limit government
intervention, or at least to define the
circumstances in which it will be deemed
acceptable. To achieve this, the United States and
China must reconcile their very different views of
how a market economy should operate.
As the world begins to grapple with the creation
of a new economic order, the moderating role of
a third party in conflicts between the US and
China will be extremely important. It is a role
that will fall to Japan for Asian-Pacific issues, but
tienen una influencia significativa en otros países asiáticos,
y ahora el modelo económico de “capitalismo de Estado”
se está copiando en otras partes de la región. Por supuesto,
Japón, Corea y Singapur tuvieron modelos de política
similares en el pasado (aunque después los adaptaron
según el crecimiento de su PIB). Sin embargo, ahora esos
países una vez más adoptan formas de capitalismo de
Estado y un regreso a la política industrial (alentados
también por la crisis financiera global de 2008, que
proporcionó una razón adicional para volver a la
intervención del gobierno).
En Japón, los servicios postales que se habían privatizado
volverán a nacionalizarse, y se está reforzando el papel de
las finanzas gubernamentales. Japan Air Lines, que estaba
casi en quiebra, fue objeto de un rescate del gobierno, un
mecanismo que parece ser cada vez más común. De forma
análoga, si bien muchos países asiáticos ya tienen fondos
de riqueza soberana, ahora el gobierno de Corea del Sur
está estableciendo un nuevo tipo de fondo para apoyar las
actividades de exportación del sector de la construcción.
En resumen, se están restableciendo relaciones más
estrechas entre las empresas y los gobiernos en toda la
región Asia-Pacífico. Los países están buscando en
particular fortalecer su infraestructura de exportación
mediante una combinación de actividades de los sectores
público y privado. Sin embargo, eso significa que se
necesitarán regulaciones internacionales para limitar la
intervención del gobierno, o al menos, para definir las
circunstancias en las que se considere aceptable. Para
lograrlo, los Estados Unidos y China deben conciliar sus
puntos de vista tan diferentes sobre la forma en que debe
funcionar una economía de mercado.
A medida que el mundo comienza a confrontar la creación
de un nuevo orden económico, el papel moderador de un
tercero en los conflictos entre los Estados Unidos y China
será extremadamente importante. Es un papel que recaerá
en Japón para las cuestiones del Asia-Pacífico, pero en los
países europeos para los asuntos globales. Si Europa puede
desempeñar este papel con éxito, las tensiones entre los
sur, le Japon, la Corée et Singapour avaient déjà des
modèles sensiblement similaires par le passé (mais qu’ils
ont réajusté ultérieurement en fonction de la croissance de
leur PIB). Ces pays reviennent cependant à nouveau à des
formes de capitalisme d’état et à une politique industrielle
(des démarches encouragées aussi par la crise financière
globale de 2008, qui justifie une nouvelle fois un retour à
l’intervention du gouvernement).
Au Japon, les services postaux qui avaient été privatisés
devraient être renationalisés et le rôle financier du
gouvernement est renforcé. La société Japan Air Lines, qui
était presque en faillite, a été sauvée par un renflouage du
gouvernement, une pratique qui semble se généraliser. De
même, alors que de nombreux pays asiatiques possèdent
déjà des fonds souverains, le gouvernement sud-coréen est
sur le point d’établir un nouveau type de fonds afin de
soutenir l’activité à l’export de son secteur de la
construction.
En résumé, des relations plus étroites entre le
gouvernement et le monde des affaires sont en train d’être
rétablies dans l’ensemble de la région Asie-Pacifique. Les
pays sont particulièrement attachés à renforcer leur
infrastructure d’exportation en associant les activités du
secteur public et celles du privé. Mais cela signifie qu’il
faudra mettre en place des règlementations internationales
pour limiter l’intervention des gouvernements, ou tout au
moins pour définir les circonstances dans lesquelles elle
sera jugée acceptable. Pour y parvenir, les Etats-Unis et la
Chine devront réconcilier leurs profondes divergences
quant aux modalités de fonctionnement d’une économie de
marché.
Alors que le monde se débat dans la création d’un nouvel
ordre économique mondial, le rôle modérateur d’une tierce
partie dans les conflits entre les Etats-Unis et la Chine sera
extrêmement important. En ce qui concerne les questions
afférentes à la région Asie-Pacifique, ce rôle incombera au
Japon, mais pour ce qui est des questions d’ordre global, il
incombera aux pays européens. Si l’Europe peut assumer
ce rôle avec succès, les tensions sino-américaines pourront
to European countries on global issues. If Europe
can successfully manage this role, US-China
tensions can be overcome, offering the entire
world the opportunity to harness and benefit from
the strength of its two largest economies.
Heizo Takenaka was Minister of Economics,
Minister of Financial Reform, and Minister of
Internal Affairs and Communications under
Prime Minister Junichiro Koizumi; he is
currently Director of the Global Security
Research Institute at Keio University, Tokyo.
Copyright:
Project
Syndicate,
2011.
www.project-syndicate.org
Estados Unidos y China pueden superarse, lo que ofrecería
al mundo entero la oportunidad de aprovechar la fuerza de
sus dos economías más grandes y beneficiarse de ellas.
Heizo Takenaka, ex ministro de Economía, de Reforma
Financiera, y de Asuntos Internos y Comunicaciones
durante el mandato del primer ministro Junichiro
Koizumi; es director del Instituto de Investigación de
Seguridad Global de la Universidad de Keio, Tokio.
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Traducción de Kena Nequiz
être apaisées, ce qui permettra d’offrir au monde entier
l’opportunité d’exploiter et de bénéficier des forces de ses
deux plus importantes économies.
Heizo Takenaka a été ministre de l’économie, ministre de
la réforme financière et ministre des affaires internes et
des communications au sein du gouvernement du
Premier ministre Junichiro Koizumi; il est actuellement
directeur de l’Institut de recherche sur la sécurité globale
de l’Université Keio de Tokyo.
Copyright:
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2011.
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Traduit de l’anglais par Frédérique Destribats
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