ULYSSE
Agustí Bartra (Barcelone, 1908—Tarrasa, Catalogne, 1982). Écrivain en langue espagnole, mais
surtout poète en langue catalane, il part en exil en 1939. Son expérience du camp de concentration
d’Argelès-sur-Mer va être l’objet d’un livre en catalan, Xabola, puis d’un texte remanié en espagnol, Cristo
de 200 000 brazos. Au Mexique, il fonde la revue Lletres, en catalan. Dans ses long poèmes, ils s’inspire de
la mythologie grecque (Odiseo, 1955, Marsias i Adila, 1957, Deméter, 1961) et amérindienne (Quetzalcoatl,
1960) pour exprimer le dépaysement et l’exil, mais aussi, comme essayiste et traducteur, il s’intéresse à
d’autres mythes (Poema de Gilgamesh, 1986) et publie un dictionnaire de mythologie. Par ailleurs, il est un
traducteur remarquable de poésie nord-américaine, anglaise (Blake, T.S. Elliot) et française (Breton). Il
rentre en Espagne en 1970. Son fils, Roger Bartra (1942—), est un célèbre anthropologue et essayiste
mexicain.
« No pensaba en Homero, he dicho, pero Homero estaba ahí. Y esta función
de estar ahí en mí se me evidenciaba más en la viva conciencia de que no lo
podía traicionar, que en la sugestión de sus figuras divinamente creadas, en
su hacer mediterráneo, en la doma de su poesía torrencial. No se trataba de
domeñarlo —¡quién podría hacerlo!—, sino crear otras certidumbres. En
una palabra, el mito homérico me interesaba en tanto que despertaba en mí
vivencias que, inefablemente, se construían su peculiar visión y expresión.
Por otra parte, si el símbolo de Ulises, el gran errante, tenía para mí una
validez tan allegada, era porque el identificarme humanamente con él
representaba una esencialidad dramática que me confirmaba. Y hasta había
paralelismos estremecedores. Sólo mencionaré uno: los diez años de
errabundeo de Ulises, terminada su guerra, coincidían, casi día por día, con
mis diez años de exilio », prefacio a Odiseo, p. 9.
“Con ánimo grave de exilio, natal de tristeza nostálgica,
Ulises, en la ley del sueño, surcaba el desierto salino,
desnudo en el sol rescatado de sangres arcaicas por vientos
que elevan las ondas floridas en blanda inquietud germinal”, Odiseo, p. 89.