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acelerado las reformas de la gestión de las finanzas públicas a efectos de fortalecer la
rendición de cuentas y la calidad del gasto público. Las autoridades también han
mejorado la asignación del gasto para asegurar el acceso a los servicios sociales
básicos. Para contribuir a preservar el gasto social, el programa respaldado por el FMI
también incluyó una meta cuantitativa aplicada al gasto público en salud y educación. .
EUROPA: Grecia
En 2014 se distribuyó un dividendo social excepcional a las personas más necesitadas.
Las autoridades griegas se han comprometido a llevar a cabo, con la asistencia del
Banco Mundial, una revisión general de todos los programas de prestaciones sociales
para consolidar los programas duplicados y mejorar su focalización. Los ahorros
identificados a través de la revisión contribuirían a financiar la puesta en marcha de un
programa de asistencia en materia de ingresos mínimos a nivel nacional. Un programa
piloto condicionado al nivel de recursos de los beneficiarios concluyó recientemente.
Grecia ha lanzado programas de empleo orientados a jóvenes desocupados y familias
sin trabajo, y está comprometido a ampliar los programas de trabajo públicos y sociales y
programas de capacitación para combatir el desempleo de largo plazo, respaldados con
fondos estructurales de la UE.
Los recortes del gasto en salud se orientaron principalmente a reducir los precios de los
productos farmacéuticos, aspecto en el cual Grecia tenía en 2008 uno de los niveles más
altos de gasto per cápita en la OCDE. Al mismo tiempo, se han implementado diversos
mecanismos para dar acceso gratuito a servicios de salud, entre los que se incluyen los
bonos de atención sanitaria y las cartillas asistenciales para personas de escasos
recursos y cobertura sanitaria universal a las personas sin seguro.
América Latina y el Caribe: Haití
Después del terremoto devastador que sacudió al país a principios de 2010, el FMI aprobó
el financiamiento, en el contexto de sus mecanismos de alivio de la deuda después de una
catástrofe, por un total de USD 268 millones (4% del PIB) para liberar recursos que le
permitieran a Haití hacer frente a las necesidades excepcionales de reconstrucción.
Asimismo, el FMI sigue proporcionando financiamiento concesionario en el marco de
sucesivos acuerdos respaldados por el Servicio de Crédito Ampliado, que se aprobaron en
julio de 2010 y mayo de 2015.
Parte de los recursos destinados al alivio de la deuda por el FMI se han utilizado para
proporcionar viviendas sociales asequibles y fortalecer la capacidad institucional
orientada a reforzar la calidad del gasto público.
Para incentivar el gasto social, el programa que el FMI respalda incluye una meta
cuantitativa de gastos destinados a reducir la pobreza, entre otros ámbitos en salud,
educación y agricultura. Gracias a esto, entre mayo de 2009 y 2014 el gasto social se
duplicó, y el gasto destinado a reducir la pobreza asciende a casi el 4% del PIB.
El FMI apoya otras medidas adoptadas en el contexto del programa, entre ellas i) un
programa de educación integral, financiado por el gobierno de Haití, para que todos los
niños de 6 a 12 años de edad asistan a la escuela por un período de cuatro años
(aproximadamente 25% cada año); ii) un programa de transferencias monetarias
condicionadas que busca beneficiar a mujeres en barrios muy pobres de la zona de
Puerto Príncipe; y iii) un programa de producción y distribución de alimentos en barrios
pobres con el fin de aliviar el impacto de la sequía y promover el desarrollo del sector
agropecuario.