Depositar la tesis doctoral reafirma la decisión tomada en los pasillos del Hospital
Universitario Professor Edgard Santos de la Facultad de Medicina de Salvador-Bahia, en
el año 2008: emigrar, un reto profesional y personal.
A mi madre, que despertó en mí la pasión por la medicina, por su comprensión y amor,
así como por ser una eterna referencia de persistencia, trabajo y fuerza. A mi padre, por
el ejemplo y los sólidos principios que me ha trasmitido. A mis hermanas, por el cariño
inagotable, la preocupación y el apoyo incondicional. Son pilares que hacen mi camino
más certero. A la Dra. Gildete Carvalho, mi madrina, mi primer ejemplo hacia los estudios
de doctorado, que me permitió entender desde joven que estudiar sería para toda la vida.
A mi compañera, mi mujer y eterna namorada, Paula, cómplice y contínua incentivadora
de mis proyectos y con quien comparto la inquietud motriz del aprendizaje, fundamental
para vivir los desafíos con placer e ilusión.
En el ámbito profesional, al Dr. Juan Morote, director de mi tesis, por haber confiado. Al
staff del Servicio de Urología del Hospital Vall d’ Hebron de Barcelona. A los residentes,
que hacen que las mismas actividades diarias tengan mucho más sentido cuando se
comparten con amigos.