TD/519/Add.2
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el Desarrollo Sostenible y sirve de apoyo, complemento y contexto para las metas relativas
a los medios de implementación de la Agenda 2030. En septiembre de 2015, en la Cumbre
de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, los dirigentes mundiales aprobaron
una Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible amplia y ambiciosa, y se comprometieron,
junto con la comunidad internacional, a erradicar la pobreza en todas sus formas y
dimensiones, en particular la pobreza extrema. En diciembre de 2015, la 21ª Conferencia de
las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
acordó, de manera igualmente ambiciosa, afrontar los retos derivados del cambio climático,
adoptando medidas como la fijación del objetivo de mantener el aumento de la temperatura
media mundial muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales. El mismo
mes, la Décima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio adoptó
varias decisiones cruciales en las que se reafirmó el lugar central que ocupaba el desarrollo
en la labor de la Organización.
3. Estos acuerdos y resultados han confirmado el papel crucial que tienen el comercio
y el desarrollo y las cuestiones conexas del ámbito de la financiación, la tecnología y la
inversión en el desarrollo inclusivo y sostenible, y la necesidad de adoptar políticas
integradas para resolver los problemas planteados en esos ámbitos, incluida la reducción de
las desigualdades dentro de los países y entre ellos. Con su aprobación culmina medio siglo
de cambios en el orden económico mundial que han influido en los esfuerzos realizados por
los países desarrollados y en desarrollo para cosechar los beneficios de la globalización y
afrontar los retos que esta conlleva, en particular en el caso de los países en desarrollo, y
para lograr una vida más próspera y digna. Han confirmado que nunca se insistirá lo
suficiente en el papel de las políticas y estrategias nacionales de desarrollo. Además, si bien
cada país es el principal responsable de su propio desarrollo económico y social, es
indispensable contar con el apoyo de un entorno internacional propicio para el éxito de los
esfuerzos nacionales, sobre todo en el caso de los países en desarrollo. En esos resultados
se reconoce también la importancia de la cooperación internacional, la financiación, la
tecnología, y el fomento de la capacidad para apoyar los esfuerzos nacionales con arreglo a
las prioridades de los países, respetando el espacio de políticas de cada país, en
consonancia con sus compromisos y las normas internacionales pertinentes.
4. Habida cuenta del momento en que se celebra, la XIV UNCTAD ofrece una
oportunidad inmejorable para traducir las decisiones en acciones, con el fin de avanzar
hacia un entorno económico mundial inclusivo y equitativo para el comercio y el
desarrollo, cumpliendo así el compromiso consagrado en la Carta de las Naciones Unidas
de promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio
de la libertad. Así pues, el objetivo es forjar un consenso acerca de las medidas necesarias
para hacer realidad la agenda mundial para el desarrollo, incluidos los Objetivos de
Desarrollo Sostenible, contribuyendo a establecer una agenda para el comercio y el
desarrollo que sea integral y esté basada en los principios consagrados en la Carta de las
Naciones Unidas, y de ese modo afrontar mejor los retos económicos persistentes y
emergentes. Para ello también es necesario que las Naciones Unidas, dotadas de suficientes
recursos, tomen el liderazgo de manera pertinente, coherente, eficiente y eficaz, destacando
que a la UNCTAD le corresponderá un papel bien definido en el cumplimiento de la misión
de las Naciones Unidas en relación con el comercio y el desarrollo.
5. La universalidad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, junto con la amplitud y
la ambición de la Agenda 2030, ponen de relieve la necesidad de adoptar nuevos enfoques
coordinados del desarrollo y de revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible
y de medios de implementación que sean igualmente ambiciosos. La consecución de un
crecimiento económico sostenido, inclusivo y equitativo y un desarrollo sostenible sigue
suponiendo un reto para el conjunto de la comunidad internacional en el siglo XXI,
especialmente en los países en desarrollo. Para superar ese reto, será preciso integrar las
dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible y crear en todos los
niveles un entorno internacional propicio para un desarrollo inclusivo y sostenible.