Telechargé par Frédéric Hayen

Biografía Stanislavski

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Konstantin Stanislavski
(Seudónimo de Konstantin Sergueievich Alexeiev; Moscú, 1863
- id., 1938) Actor, director y teórico teatral ruso. Tras participar
en varios movimientos de vanguardia, en 1898, con
Nemirovich-Danchenko, fundó el Teatro de Arte de Moscú, que
puso en escena las grandes obras de Chéjov. Pronto empezó a
desarrollar su sistema de interpretación, que pretendía que el
mundo emotivo de los personajes fuera proyectado al
espectador de forma verídica y alejado de toda artificialidad,
en un efecto de «realismo psicológico». Después de la
revolución soviética se dedicó exclusivamente a su trabajo de
investigación, expuesto en sus libros Un actor se prepara y La
construcción del personaje, ambos de influencia determinante
en el teatro europeo y estadounidense, y en los que desarrolla
su teoría de la actuación como «suma dramática» entre técnica
interior y exterior.
Hijo de un industrial apasionado por el teatro y aficionado a
organizar en su propia casa espectáculos en los que participaba
toda la familia, Konstantin Stanislavski se dedicó al teatro
desde muy joven; pronto organizó compañías de aficionados
(la más importante fue la Sociedad del Arte y Literatura,
fundada en 1888), de las que fue animador, director y actor
principal.
En 1898 inauguró, en colaboración con el autor teatral Vladimir
Nemirovich-Danchenko, el Teatro de Arte de Moscú, que tenía
como objetivos la renovación en sentido realista de las técnicas
interpretativas y de la puesta en escena y la restitución a la
labor teatral de su carácter de austera disciplina artística. El
éxito de las obras de Antón Chéjov, Máximo Gorki y otros
escritores contemporáneos, la perfecta eficiencia de la
compañía, la magia de la puesta en escena (que evolucionó de
manera gradual desde el naturalismo hasta un realismo
psicológico, sensible a las enseñanzas del simbolismo) y el
singular talento de Stanislavski como director convirtieron este
teatro en uno de los más importantes de su época.
La breve crisis de los años posteriores a la Revolución se vio
superada tras el éxito de una gira americana, durante la cual
Stanislavski recogió sus experiencias en el libro Mi vida en el
arte (1924). El Teatro del Arte recuperó su papel privilegiado
en la vida cultural. En sus últimos años, Stanislavski se dedicó
sobre todo a la dirección del teatro lírico y al estudio del oficio
de actor. La metodología didáctica que desarrolló (expuesta en
los dos volúmenes de El trabajo del actor sobre sí mismo,
dedicados respectivamente a la psicología y a la técnica de la
interpretación) estaba destinada a suscitar grandes polémicas,
pero sigue siendo punto de referencia indispensable para
cualquier estudioso o intérprete de teatro.
El trabajo del actor sobre sí mismo se presenta en forma de un
diario que el autor finge escrito cada día por un alumno de
escena; el diálogo vivo y agudísimo entre el personaje ficticio
del maestro (Arcadio Nikolaievich) y sus alumnos está
entreverado por episodios y anécdotas apropiadas (el del
crítico en el capítulo sobre la caracterización es, por ejemplo,
uno de los más hermosos). Mientras en la persona del maestro
el autor enuncia sus propias teorías acerca del teatro, en el
alumno se representa indirectamente a sí mismo en los
comienzos de su carrera de actor, de tal manera que el libro,
que es notable incluso literariamente, da un retrato completo y
subyugador de su extraordinaria personalidad. Se comprende,
al cabo de la lectura de sus seiscientas páginas, que la
influencia de Stanislavski resultase insuperable en el teatro
contemporáneo.
Aunque la obra consta de dos partes tituladas "El método para
expresar los sentimientos" y "El método para crear los
personajes", Stanislavski expone en realidad su concepción
total del teatro. Inadecuadamente se habla de sus ideas como
sistema; de hecho, el autor negó siempre toda norma
académica prefijada, y llegó considerar como indispensable lo
imprevisto. Si hay algún método, es individualmente libre,
pues Stanislavski estimulaba a sus alumnos para que llegaran,
sobre todo, a conocerse a sí mismos y, por lo tanto, a controlar
y medir los movimientos libres de su subconsciente, por medio
de un conocimiento vigilante y riguroso. Su objetivo era hacer
surgir del hombre al actor, identificando su expresión con la
sinceridad, y el arte con la verdad. No se aspira a una
interpretación verista, sino a una interpretación verdadera; no
se trata de representar los sentimientos, sino de
experimentarlos realmente en la escena con la ayuda de la
llamada "memoria emotiva".
El profundo influjo de su teatro procede precisamente de la
interioridad del juego escénico de los actores, a los cuales les
enseñaba a inventar desde su fondo más íntimo, para el teatro,
una vida ficticia no menos verdadera, fervorosa, ardiente y
espontánea que la otra: "El actor debe conseguir encontrarse
en un ambiente de auténtica verdad interior. El problema
capital para nosotros está en crear en la escena la vida interior
del personaje y del drama, adaptando a esta vida extraña
nuestros sentimientos personales y todos los elementos vitales
de nuestra alma. Sólo un arte lleno de experiencias directas y
vitales del actor puede transmitir los matices impalpables y
toda la profundidad de la vida interior de un personaje. Sólo un
arte así puede enriquecer la experiencia espiritual del
espectador".
Figura a caballo entre dos siglos, es al comparar el estado de
las artes interpretativas en el momento de su nacimiento y de
su muerte cuando mejor se aprecia la renovación, o casi
revolución, que supuso la labor de Stanislavski, y el alcance
ilimitado de su influencia en el espacio y en el tiempo. En el
teatro del siglo XIX, la declamación y los gestos histriónicos
eran prácticamente los únicos recursos expresivos utilizados
comúnmente por el actor. La situación cambió radicalmente
cuando Stanislavski planteó su riguroso realismo psicológico, la
necesidad de que el actor fuese tan convincente como una
persona real, e indujo a los actores a buscar en sus propias
experiencias vitales las motivaciones y las técnicas de
estimulación psicológica que los llevaran a encarnarse en su
personaje. La gira por Estados Unidos que el Teatro del Arte de
Moscú realizó entre 1922 y 1924 empezó a divulgar sus ideas
fuera de Rusia, hecho al que contribuyó decisivamente la
fundación del Group Theatre en 1931, impulsado por tres
miembros de la compañía del Teatro del Arte que fijaron su
residencia en Estados Unidos.
Como no podía ser de otro modo, muy pronto el cine fijó su
atención en esa manera de interpretar realista tan adecuada
para un arte que pretendía reflejar situaciones reales con todos
los medios que tenía a su alcance. El primer realizador que
aplicaría las teorías de Stanislavski al cine sería Vsevolod
Pudovkin. En 1947, siguiendo las enseñanzas de Stanislavski,
se fundó en Nueva York el Actor's Studio, la famosa escuela de
interpretación dirigida por Lee Strasberg, cantera de grandes
actores cinematográficos como Marlon Brando, Paul Newman,
James Dean o Marilyn Monroe.
Fuente: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/
stanislavski.htm
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